martes, 9 de noviembre de 2010

Como los Draculositos se quedan casi sin comida

     Una noche, al poco de levantarse Draculosito I, Igor, su fiel servidor, le informo de que Mito I había venido a verle. Después de haber tomado un vaso de sangre caliente, fue a recibirlo en el salón.

     - ¿Qué te hace venir tan temprano?- pregunto el rey de mal humor.
     - Una mala noticia me temo. Nos hemos quedado sin sangre. Tu gente se ha alimentado sin control y ahora nos hemos quedado sin sangre. ¿Qué vamos a hacer? Y no, no nos vamos a comer los unos a los otros. No lo pienses. Los Mitos no somos caníbales.
     - Pues... Podríamos comernos a los Igors, no creo que les moleste mucho.
     - ¿Y quedaros sin sirvientes?
     - No. Mala idea.
     - ¿Entonces?
     - Podríamos probar los Rococos. Tienen sangre y la sangre es sangre. Da igual de donde viene.

     Al cabo de una hora de discusión, se pusieron de acuerdo para atacar esa misma noche a los Rococos. Fue una masacre. Al no estar acostumbrado a raptar gente, los Draculositos empezaron a matarlos hasta que su rey les riño y se acordaron de lo que tenían que hacer.

     Draculosito I se equivocaba. La sangre de los Rococos era imbebible. No aguantaron ni una semana bebiendo su sangre. Preferían morir antes que volver a probarla.

     Al ver que su pueblo se moría de hambre, Draculosito II fue en busca de un mago. Era una leyenda entre los Draculositos. Decían que era muy sabio y que tenía poderes mágicos. No se sabía donde vivía pero el príncipe juró que no volvería hasta haberlo encontrado.

     Tardó un mes, pero lo consiguió.Vio surgir de ninguna parte al mago. Se acercó a él y sin darle tiempo a hablar el mago le dijo:

     - Sé quien eres y porque has venido aquí, Draculosito II. Tu pueblo ha comido más de lo que debía, no ha dejado que la naturaleza se restaurara. Ha extinguido a muchas razas. Ahora le toca a el morir.
     - No puedes decirlo en serio. Tu eres uno de los nuestros. ¡Tienes que ayudarnos!
     - ¿Ayudaros? Si fuisteis vosotros los que me hechasteis de mí hogar. Me rechazasteis por ser diferente.
     - Todo ha sido por culpa de mi padre. Es tonto y no piensa las cosas antes de hacerlas. Se arepintió y cuando fuimos a buscarte para decirte que podías volver, no te encontramos.
     - Estoy seguro que volvería hacerlo si tuviera la ocasión. Volvería a hecharme. A mí y a todos los que se parecen a mí.
     - Pero yo no. Conseguiría convencerle para que no lo hiciera.
     - No, tu no. Tu eres diferente. Seras un gran rey cuando te llegue la hora. Coge un corazón de uno de vuestros sirvientes y plantalo en las raíces del árbol más grande una noche de luna llena. Espera un mes y veras como una especie de fruta habrá crecido. Daselo a tu pueblo y no morirá de hambre.

     Segundo le dio las gracias al mago y se fue volando lo más rápidamente que pudo. Al mes siguiente, como dijo el mago, salió una fruta roja del árbol. Nadie se atrevió a probarla hasta que él lo hizo. Tenía un saber extraño. Era como comer sangre pero más gelatinoso.

     A partir de ese día, los Draculositos no tuvieron que volver a preocuparse de su comida.
   

7 comentarios:

  1. Vamos a comernos a los Rococos +-+!

    ResponderEliminar
  2. xDDDD. Por cierto, lo que comen ahora los Draculositos nosotros también nos lo comemos (8).

    ResponderEliminar
  3. Oro parece plata no es. xDDDDD (momento de locura 1, pasado).

    ResponderEliminar
  4. platanoo =D

    pero no era remolacha? jujuju

    ResponderEliminar
  5. Era remolacha, pero me ha venido esa gran cita del Jovit a la cabeza y tenía que ponerlo xDDDD.

    A todo eso, May consiguió adivinarlo porque se lo dije por msn xDDDDD.

    ResponderEliminar
  6. Jovit? xD

    Mentiraaa , lo negaré todooo ~

    ResponderEliminar
  7. jujuju.. no pongas nuestras intimidades aqui.. que si no Mina se pondrá celosa =P
    es coña!

    vale, la leeré ;D

    ResponderEliminar